Si hay un festival atipico y original ese es el Burnig Man. Celebrado durante siete días en la ciudad temporal Black Rock habitada exclusivamente en esas fechas por los parcipantes. En mitad de un desierto de Nevada, lleva este nombre en referencia al HOMBRE EN LLAMAS, que simbolicamente es quemado el último día del evento. A diferencia de los demás festivales, no tiene ningún patrocinador ni sponsor y tiene un trasfondo espiritual que los propios organizadores tienen estructurados en 10 “mandamientos”. El festival ofrece ademas becas a muchos artistas, para que participen, en las gigantes esculturas que abundan en el recinto. Es sin duda una propuesta diferente, arriesgada y emocionante en la que nos encantaría participar.